Hace un par de meses elaboré un proyecto para una conocida marca de bolsos italianos, llamada FURLA. El único objetivo era poner en evidencia uno de los iconos de esta marca el Candy Bag. Para ello pensé en poner en el escaparate central, normalmente tamaño M o XL, un maniquí con un vestido de papel ( realizado siguiendo la técnica del moulage), asi que el protagonista del escaparate eran los bolsos de colores y el pañuelo que el maniquí llevaba en el cuello, que eran los únicos elementos que queria resaltal del total display.
Los bolsos colgaban con pequeños hilos de silicona transparentes y la luz iluminaba los puntos que queria resaltar, creando por la noche un escaparate que no pasaba desapercibido a los ojos de las personas.
Un forma divertida de atraer la atención de los clientes y potenciales consumidores.
Aqui os dejo con las imagenes.
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